martes, 7 de octubre de 2014
Aniversario del Colegio Claretiano Trujillo 100 Años :D
Historia del Colegio Claretiano de Trujillo
Reseña Histórica
El Colegio Claretiano de Trujillo se funda el 23 de Octubre de 1958, al terminar la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos), la conducción espiritual y académica del Seminario de San Carlos y San Marcelo. El reconocimiento oficial, por el Ministerio de Educación, está refrendado por RM 2069 del 22 de Febrero de 1960. En 1996 se autoriza el funcionamiento del Colegio Claretiano con la modalidad de Mixto.
En sus inicios el amplio terreno del colegio, sólo tenía construido los pabellones, que en forma de “U”, estaban alrededor del patio principal, que también eran dos canchas de básquetbol. La parte posterior, era afirmada con brea, melaza y luego asfalto, que también servía de campo de fulbito, donde se estacionaban los dos “buses”, con que contaba el colegio para movilizar los alumnos desde la ciudad. Cuando ya fue “encementado”, allí se jugó el Primer Campeonato de Fulbito Inter Promociones.
En el colegio se brindó el servicio del Internado; en el cual estaban los alumnos, que por venir de otros lugares, se quedaban terminada la jornada lectiva (que era de 7.40 am a 12 m y de 2.00 pm a 5.00 pm, de Lunes a Viernes y el sábado de 7.40 a 12 m). Los “cuarto internos”, sólo almorzaban, y por la tarde, luego de las 5.00 pm, regresaban a sus hogares. Ellos ocupaban los ambientes del segundo piso, en el cual tenían el dormitorio, sala de estudio y comedor comunes. Aquí brindaron un servicio educativo ejemplar y sacrificado los PP. Isidro Bernal, Jorge Galindo, Florentino Ruiz, José María Urbiola y Jacinto Ojeda, y el tan gratamente recordado Hermano Pedro Maya.
El Colegio más cercano era La Inmaculada, con quienes siempre se ha mantenido una relación de cooperación para las actuaciones y concursos, en los cuales se requerían representación mixta. Así se participaba en danzas, marinera, zarzuelas, teatro, entre otros.
Prontamente se sembró (en diversas épocas) el pasto del campo de fútbol y se pusieron bloques en su perímetro, dando lugar a la pista de atletismo. También en la esquina nor oriental se acondicionó la poza de salto. Los trabajos de taburetes y gimnasia se realizaban en el patio.
En 1965 se inicia la construcción de la piscina en la cabecera oeste del campo de fútbol. Gracias al entusiasmo de los Padres Isidro Bernal, Jorge Galindo y Florentino Ruiz. En 1967 se tuvo la primera competencia de natación en las Olimpiadas Internas. Posteriormente ha tenido una serie de arreglos y remodelaciones que nos permiten hoy contar con una piscina semi olímpica, de infraestructura moderna y vanguardista con iluminación y agua temperada.
En 1984, se inaugura el Coliseo del Colegio, que ya desde años anteriores era reclamada por toda la familia claretiana. Gracias al entusiasmo, imaginación y sacrificio de muchos sacerdotes, hermanos y laicos, se inaugura con una cancha de madera con sistema machihembrado, tableros levadizos de fibra de vidrio y marcador electrónico importados.
Los servicios higiénicos han sido constantemente refaccionados, remodelados y cambiado de ubicación, hasta tener en el presente, uno de los ambientes más modernos y mejor cuidados, que sirven también para educar en el correcto uso y respeto de los lugares comunes del colegio.
Con el paso de los años, se construyeron diferentes ambientes para los talleres en el tercer piso. Se han ido acondicionando, según las necesidades pedagógicas, lo que fueron las cocheras de los omnibusses y del el Kiosco de Perico, la cafetería, la enfermería, el departamento de odontología, las oficinas administrativas, la oficina del psicólogo, los camerinos, el estudio fotográfico de los Padres Eugenio Ortega y Trófimo Pérez, los ambientes del internado, etc. Se mandó construir un pabellón al costado del Mural recordatorio de las Bodas de Plata.
En la capilla de los inicios, donde rezábamos el rosario (aparte de los sábados en cada aula), teníamos las misas por secciones, y en la cual recibieron tantos alumnos el sacramento de la Confirmación. Ésta ha sido reemplazada por una moderna capilla con hermosos vitrales, con un altar de piedra sillar labrada, y preside su altar mayor, la majestuosa imagen del Corazón de María que muchos años estuvo en el Templo de La Merced, al cual iban los domingos (desfilando con la banda de músicos) los alumnos del Seminario. Imágenes gemelas, están en la Iglesia de la Virgen de Cocharcas (Lima) y La Compañía (Cuzco).
En 1960 egresa la primera promoción “Juan José de Arbilla” de este local de la Urbanización California; al cual sólo podíamos llegar por el único acceso a esta parte urbanizada y poblada: la Avenida Larco, o acortar el camino por la trocha que iba a Huamán (actualmente es la Avenida Húsares de Junín), cuando el tiempo apremiaba para no llegar tarde.
Siguiendo con una formación integral, que mantuviera la asistencia a la misa dominical, como una actividad espiritual importante en la educación claretiana, los alumnos iban los primeros años al Templo de Santa Clara, y luego de unos años de suspensión, se asiste a la capilla del Colegio La Inmaculada, los sábados; y el domingo nuevamente La Merced y a Santa Clara.
Las huertas, arboledas, sembríos y el enrejado de fierro forjado interno, han dado paso a bellos jardines, pasillos, una gruta y otros campos deportivos. Si bien han cambiado algunos rasgos originales de la infraestructura, para recuerdo y nostalgia, han quedado casi intactos: la entrada principal con su mural, las aulas del primer piso, las mayólicas y el patio principal. Cómo no recordar con nostalgia y gratitud tantas verbenas, desfiles y competencias, que nunca de borrarán de la memoria de los claretianos. Pero creo que la Oficina de Normas Educativas, Regencia y ahora Jefatura de Tutoría, ha sido la única inamovible.
Agradecemos al Señor, haber tenido como Directores a los RR.PP.: Jaime de Gondra y Zavala, Ángel Garrido Solas, Francisco Díaz de las Heras, Hipólito Rioja Rioja, Pablo Gonzáles Pascual, Isidro Bernal Martín, Ángel Núñez Ramírez, Víctor Matute Uribe y actualmente, el R.P. Eleuterio Dionisio Pineda Mosquera.
También recordamos a los sacerdotes, quienes sin ser Directores, han dejado una inolvidable huella en nuestro colegio: P. Epifanio Cenoz, Juan José de Arbilla, Jesús Martínez, Patrocinio Oquiñena, Melitón García, Juan Berendson, Millán Mata, Juan Antonio Díaz, Domingo Zuñiga, Benjamín Meléndez, Pedro Herrero, Victorio Robles, Aurelio Garrido, Francisco Abejón, Narciso Magaña, Antonio Mansen, Ronel Chipana, Rolando Málaga, Javier Travieso, los Hnos Juan Píriz y Jorge Díaz, y el P. Juan Rodríguez, quien nos acompaña a la fecha como asesor espiritual.
Tantos profesores laicos quienes colaboraron en los primeros años del servicio educativo del Claretiano, como los Doctores César Díaz Lescano, Ricardo Wilson, José Salazar y los profesores Efraín Herrera, Fernando Ramos, Gonzalo Guevara, Zósimo Amado, Napoleón Cieza, Ubaldo Urra, Adriano Perales, Héctor Villanueva, Ubaldo Urra, Wilson Palacios, Cristian Angeludis, Próspero Burgos, Jorge García, Napoleón Salcedo, Juan Urbano, Alberto Pinillos, Oswaldo Ché, Carlos Baltodano, y Tomás Segovia, entre tantos EDUCADORES, que han hecho posible tener y ser lo que hoy tenemos y somos. Posteriormente se incorporaron las primeras profesoras (María, Perpetua, Ita, Gladys, Meuri...) y personal administrativo femenino (Sra. Elena, Lita...).
Disculparán aquellos y aquellas que siendo de la familia claretiana, no se les ha mencionado. Estoy seguro que a través de este portal Web, iremos enriqueciendo la Memoria Histórica del Colegio, para que todos sintamos que la historia del Claretiano es parte de nuestra historia, estemos donde estemos.
En todos estos cincuenta años de labor formativa, el Colegio ha conseguido innumerables lauros en el campo del saber, del arte, del deporte, pero de manera especial los Trofeos Adecore, el Primer Puesto “Los que más Saben”, los CABICLAR, el Campeonato Nacional de Fútbol, y por siempre orgullosos de tener el Sol Radiante, las Medallas de Plata y la Medalla de Oro de IPM.
Agradecemos el esfuerzo de la Congregación Claretiana, rendimos homenaje a los profesores, profesoras y todas las familias que han iniciado y mantienen incólume el sentimiento, el carisma y el entusiasmo del colegio más emblemático de nuestra ciudad, que hacen posible decir y sentir, con un sano orgullo, y sin jactancia, que:
SER CLARETIANO ES SER CADA DÍA MEJOR
El Señor de los Milagros
El Señor de los Milagros es una imagen de Cristo en la cruz pintada en una pared de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú), y venerada por peruanos y extranjeros en el Perú y alrededor del mundo, por quienes es considerada milagrosa. Su procesión es una tradición peruana, considerada como la manifestación religiosa católica periódica más numerosa del mundo. Fue pintada por un esclavo de casta angoleña llamado Pedro Dalcón o benito, según Raúl Porras Barrenechea. Se le conoce como Cristo Moreno debido a que, entre sus creyentes, predominaba la gente negra. Podría estar relacionado, según explica la historiadora María Rostworowski, con el culto milenario al dios Pachacámac, tan solo por haber sido pintado en el Barrio de Pachacamilla en el centro de Lima.
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