Historia de Trujillo
Trujillo, la Ciudad de la Eterna Primavera, es la más poblada del norte del Perú y la capital de la Región La Libertad. Es la tercera ciudad más importante del país, eje cultural y económico de la costa norte. El centro de la ciudad presenta hermosos edificios que datan de la época colonial tales como la Catedral, el Monasterio El Carmen así como también numerosas iglesias y mansiones. Se le conoce en el Perú como la Ciudad de la Eterna Primavera, capital Nacional de la Marinera y como la capital de la cultura. En ella, se conjugan tradiciones y modernidad.
ÉPOCA PREHISPÁNICA
En la localidad donde actualmente se extiende la ciudad de Trujillo se desarrollaron varias culturas pre hispánicas como los Cupisnique, los Mochicas y los Chimues. Es por ello que se encuentran numerosos restos arqueológicos que atestiguan el desarrollo de esos pueblos. Sin embargo, el principal emplazamiento urbano de la zona de debe a la Cultura Chimú cuyos restos de lo que la ciudadela de Chan Chan, su capital, donde se calcula que habitaron en su época de mayor expansión 100.000 personas, se encuentran a 4 kilómetros del centro de la ciudad de Trujillo. Sin embargo, a pesar de estos emplazamientos urbanos, no podemos hablar con propiedad de la existencia de la ciudad de Trujillo antes de la llegada de los conquistadores españoles.
TRUJILLO, LEYENDA E HISTORIA
El libro abierto de los MOCHICAS
Los mochicas fueron finísimos observadores, muy sensibles para captar su mundo y extraordinarios artistas.
Los ceramistas de la cultura Moche, pueblo que existió entre los siglos I a VIII de nuestra era, llevaron a su más alta expresión una tradición que se había iniciado más de mil años antes. Sus ceramios, llamamos “huacos”, ya sea escupidos, grabados o decorados, son obras de arte que por su perfección, son sólo comparables a la esculturas griegas o egipcias. Debido a la perfección y armonía de sus formas y a la depurada técnica empleada en su fabricación, la cerámica Moche está despertando admiración e interés en todo el mundo.
El Museo Real de Arte e Historia de Bélgica ha intentado “reconstruir” el proceso de fabricación de los ceramios mochicas utilizando los Rayos X y la seroradiografía, atraídos por la dificultad técnica que representa hacer un “asa de estribo”, elemento típico en esta cultura.
La Cultura Moche
Esta cultura inicia su desarrollo en el valle de Moche, cerca de Trujillo en el Período de los desarrollos Regionales (años 100 a 800 d.C.).
Coexiste con culturas regionalizadas, con mucho prestigio religioso, y con notable avance tecnológico en la cerámica, la arquitectura y la agricultura.
Es notable asimismo su avance en la metalurgia, con fundiciones de oro, plata y cobre y sus respectivas aleaciones como el repujado, el martillado y el soldado a presión.
La sociedad Moche, permitió una notable incremento de los artesanos, quienes tuvieron un rol importante y preponderante en la aplicación de tecnologías propias.
La cultura Moche ha recibido varios nombres. Max-Uhle la llamó Proto-Chimú, Mochica. Julio C. Tello la denominó Muchik. Y los norteamericanos de los años 60 la bautizaron Early Chimú.
La Cerámica Moche
Considerada como un “libro abierto”, la cerámica Moche muestra en su conjunto las diversas expresiones y vivencias de este pueblo, ya sea en forma natural o en su dimensión mítica.
Visitarla en museos a colecciones es adentrarse en un mundo antiguo y fascinante, viviendo su gente, su vestimenta, sus costumbres, todos los actos de su vida diaria, sus creencias, enfermedades, triunfos y derrotas. Es ver a sus dioses y casi interrogarles. Y hasta conocer el tamaño de su placer y de sus múltiple modos de hacer el amor.
La cerámica Moche mas fascinante es aquella que procede de contextos rituales, y cuya elaboración, por su finura y por estar acompañada de un excelente decoración constituye un desborde asombroso de plasticidad.
Soy pro
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